Estimulación de la actividad estral en cabras expuestas de manera discontinua a los machos y fallas reproductivas en cabras sometidas al efecto macho
Tesis de doctorado
Versión publicada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Torreón, Coahuila, México
"La introducción de un macho en un grupo de hembras anéstricas puede estimular y sincronizar su actividad sexual. A este fenómeno se le conoce como efecto macho. Generalmente, cuando se utiliza el efecto macho, los animales se encuentran en condiciones de confinamiento, lo que permite un contacto continuo entre ambos sexos. El contacto físico entre machos y hembras, debe ser mantenido por 24 h durante varios días para inducir el comportamiento estral y la ovulación en la mayoría de las hembras. Después de que las hembras son estimuladas mediante el efecto macho, la presencia-de algunas fallas reproductivas no permiten que todas sean fecundadas o lleven a término la gestación. Algunas hembras manifiestan actividad estral y/o ovulatoria, no quedan gestantes y retornan al estado de anestro. Otras hembras son fertilizadas, pero existe muerte embrionaria, pseudogestación o aborto, lo que disminuye considerablemente la fertilidad de un grupo de hembras expuestas al efecto macho. Por ello, se realizaron dos estudios para investigar si la presencia continua de los machos es necesaria para estimular la actividad estral de las cabras anéstricas y determinar las fallas reproductivas en las hembras sometidas al efecto macho Artículo 1.
Estimulación del comportamiento estral en las cabras en pastoreo mediante la exposición continua o discontinua a los machos
El objetivo de este estudio fue determinar si la presencia continua del macho es necesaria para estimular la actividad sexual de las hembras que son sometidas al efecto macho. Se utilizaron 52 hembras anovulatorias, las cuales fueron divididas en dos grupos homogéneos (n=26, cada uno) de acuerdo a su condición corporal y producción de leche. Ambos grupos, fueron manejados en pastoreo libre y suplementados con 1.5 kg de heno de alfalfa (18% PC) y 500 g de concentrado comercial con 14% de proteína cruda por animal por día. Todos los alimentos fueron proporcionados en base tal como ofrecido. Ambos grupos fueron puestos en contacto con dos machos inducidos a una intensa actividad sexual al someterlos a 2.5 meses de días largos a partir del 1 de noviembre. En un grupo, los machos salieron al pastoreo durante el día con las hembras y permanecieron en contacto con ellas las 24 h del día (grupo continuo) durante todo el experimento. En el otro grupo, las hembras salieron al pastoreo y los machos permanecieron todo el tiempo en el corral; el contacto diario entre las hembras y los machos en este grupo fue sólo de 16 h por día (de 1700 a 0900),
durante los 18 días que duró el experimento (grupo discontinuo). La actividad estral se determinó dos veces al día. La proporción de hembras que
desplegaron al menos un comportamiento estral no fue diferente (P=0.55) entre
los grupos (96.2% y 92.3% para el grupo continuo y discontinuo, respectivamente). La latencia al estro fue semejante en el grupo continuo (3.9 ±
0.6 días) y en el grupo discontinuo (2.8 ± 0.4 días; P=0.15). El porcentaje de ciclos estrales de corta duración no fue diferente entre los grupos continuo (30.8%) y discontinuo (53.9%; P=0.09). La fertilidad obtenida al parto fue igual en ambos grupos (77%; P=1.00). Asimismo, la prolificidad fue similar en ambos grupos (continuo: 1.7 ± 0.2; discontinuo: 2.0 ± 0.1; P=0.12). Estos resultados demuestran que 16 h de contacto entre hembras y machos son suficientes para estimular la actividad sexual de las hembras que son sometidas al efecto macho en condiciones de pastoreo. Artículo 2.
El retorno al anestro y las pérdidas post-implantación son las principales fallas reproductivas de las cabras sometidas al efecto macho
El objetivo del presente estudio fue determinar las fallas reproductivas de las cabras del México subtrópical sometidas al efecto macho. Veintinueve cabras anovulatorias fueron puestas en contacto con tres machos inducidos a una intensa actividad sexual al someterlos a 2.5 meses de días largos a partir del 1
de noviembre. La actividad estral se determinó dos veces al día. La evolución de la gestación se registró mediante ecografía transrectal 26, 33, 46 y 60 días después del último estro. Todas las hembras (100%, 29/29) desplegaron comportamiento estral al menos en una ocasión en los primeros 15 días de exposición a los machos. El 79% (23/29) de las hembras fueron detectadas gestantes a los 26 días después del último estro. El porcentaje de hembras gestantes a los 26 días no fue diferente del registrado a los 60 días de gestación (62%, 18/29; P>0.05). De las 23 hembras diagnosticadas gestantes a los 26 días, sólo 16 de ellas parieron. Del 44.8% (13/29) de las hembras que no parieron, el 46% (6/13) presentaron pérdida post-implantación y el otro 46% (6/13) de ellas que fueron estimuladas, no quedaron gestantes y retornaron al anestro. Una hembra (8%) fue diagnosticada pseudogestante a los 46 días después del último celo. Estos resultados demuestran que la fertilidad de las cabras sometidas al efecto macho es afectada por aquellas hembras que retornan al anestro, aquellas que presentan pérdidas. post-implantación y aquellas pseudogestantes"
Estudiantes
Investigadores