Aspectos fundamentales del tizón común bacteriano (xanthomonas axonopodis pv. phaseoli smith): características, patogenisidad y control, apertura y conductancia estomatica inducida en plantas de frijol (phaseolus vulgaris l.) por el “tizón común bacteriano” e inductores de resistencia, actividad antioxidante en plantas de frijol (phaseolus vulgaris l.) inducida por trichoderma asperellum y bacillus pumilus y perfil metabolomico de plantas de frijol (phaseolus vulgaris l.) en respuesta a los inductores quimicos y microbianos
Tesis de doctorado
Versión publicada
Digital
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Saltillo, Coahuila, México
El género Xanthomonas comprende un grupo de bacterias fitopatógenas Gram negativas dentro de la clase III Gammaproteobacteria (Saddler y Bradbury, 2005). Sus especies son típicamente de forma de bacilo con un solo flagelo polar, son aerobios obligados y requieren una temperatura óptima para su crecimiento de 28°C (Torres et al., 2009). Las colonias bacterianas crecidas en medio artificial son usualmente amarillas debido a la presencia de pigmento en las membranas conocido como xanthomonadina, el cual las protege del daño oxidativo (He et al., 2011). Dentro de este género, la especie X. axonopodis afecta a un amplio rango de hospedantes, encontrándose especies cultivadas de importancia económica (Hayward, 1993), entre ellos el frijol (Phaseolus vulgaris) ocasionando la enfermedad del tizón común bacteriano causado por el patovar phaseoli. Esta enfermedad, aún con las afectaciones que provoca en los campos de cultivo, como la reducción en el rendimiento de hasta un 47%, no se encuentra en status cuarentenado. En México se ubica dentro de los primeros cuatro problemas fitosanitarios que afectan al cultivo, principalmente en las áreas productoras del Altiplano (López, 1991). Los síntomas del tizón común bacteriano son manchas foliares necróticas irregulares rodeadas por un delgado halo amarillo. Estas manchas pueden desarrollarse en el borde o en diferentes áreas de las hojas. Las pérdidas en el rendimiento son aún mayores bajo condiciones de clima tropical, como en Etiopia en donde se reporta que por cada porcentaje de severidad del tizón común bacteriano se registraron pérdidas de
aproximadamente 3.9 a 14.5 kg/ha de semilla (Tadele, 2006). En las vainas y semillas ocasiona manchas rojizas irregulares con presencia de exudados amarillos cuando la humedad relativa es alta. También pueden afectar las semillas, las cuales se tornan arrugadas, o pueden permanecer asintomáticas y manifestarse en las plantas desarrolladas (Saettler, 1989). Actualmente, la enfermedad es controlada por la aplicación de algunos métodos como los tratamientos químicos, el manejo cultural del cultivo, el control biológico, y el uso de variedades resistentes, principalmente. Diversos estudios sobre el patovar phaseoli como: la sobrevivencia epifítica, diversidad genética, genes de virulencia y patogenicidad, entre otros (Mahuku et al., 2006; Prudencio-Sains et al., 2008; Jacques et al., 2005), resultaron en la propuesta de diferentes alternativas de control del patógeno, tal como el empleo de variedades resistentes (Liu et al., 2009), y más recientemente la inducción de resistencia sistémica mediante microorganismos benéficos (Osdaghi et al., 2011). El propósito del presente escrito es revisar aspectos fundamentales del patógeno, los mecanismos de dispersión del inóculo, sus efectos fisiológicos sobre las plantas, y el manejo de la enfermedad que se emplea actualmente. Todo esto con la finalidad de contribuir al entendimiento del comportamiento del agente causal del tizón común bacteriano.
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