Estrés calórico en gallina de postura y pollo de engorda
Tesis de licenciatura
Versión publicada
Monografía
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Torreón, Coahuila, México
"Sabemos que el desempeño o productividad de los animales domésticos está fuertemente influenciado por el ambiente, los sistemas de manejo y las prácticas zootécnicas. El ambiente del animal, complejo e integrado por muchos componentes, tiene tanto efectos directos como indirectos sobre la productividad.
Durante los meses de verano en áreas templadas o durante la mayor parte del año en las regiones del trópico, las condiciones climáticas provocan una fuerte reducción en los rendimientos de las aves y en muchos casos alta mortalidad. A pesar de que la tendencia es a culpar a la alta temperatura como la principal causante del denominado "estrés calórico" en realidad es la combinación de altas temperaturas y alta humedad lo que verdaderamente provoca el problema, evitando el proceso termorregulatorio de las aves para la disipación efectiva del calor producido del metabolismo de las mismas. Incluso podríamos pensar en que el mayor efecto adverso lo ocasiona la alta humedad, ya que se ha demostrado que las aves pueden manejarse mejor y producir eficientemente con altas temperaturas si la humedad relativa se mantiene dentro de rangos permisibles o por debajo de 50%.
A pesar de que el objetivo de esta presentación es establecer las alternativas del manejo nutricional y ambiental para reducir los efectos del calor, debemos entender en primera instancia lo que es el estrés calórico o "estrés climático".
Además, es importante que el avicultor comprenda que el primer paso para combatir el estrés calórico es por medio de un control de los factores climáticos adversos que rodean a las parvadas. (Zumbado 2002)
Podemos encontrar dos formas de presentación de este problema, que son: El estrés por calor agudo que tiene lugar cuando las condiciones climáticas cambian radicalmente por un espacio breve de tiempo, generalmente solo por unos pocos días. Un aumento de las temperaturas de 10°C ó más en pocas horas puede provocar la muerte de todos los pollos, especialmente si se trata de reproductores pesados. El estrés calórico crónico producido por altas temperaturas, especialmente cuando estas vienen acompañadas por una humedad relativa extremadamente alta ó baja, deprime el crecimiento de los pollos y la producción de huevo (Álvarez et al 2002)
Este problema es de importancia en México, América central, el Caribe y la parte norte de América del sur, ya que se encuentran en el trópico y porque se registran
temperaturas mayores de los 30 °C con veranos muy calientes. Por otra parte en México y una pequeña parte de Venezuela y Colombia existen zonas áridas y semiáridas donde existen temperaturas extremas.(Banda 2001)
En Centroamérica y el Caribe la humedad relativa oscila entre 50 y 90% según la región. Esto indica que fácilmente las aves estarán bajo condiciones poco confortables para producir adecuadamente, es decir, que frecuentemente estarán bajo estrés calórico, dado que las temperaturas promedio en la mayoría de estas regiones también fácilmente tienden a superar los 25 °C durante gran parte del día. Estas combinaciones de temperatura y humedad son las que determinan el efecto de estrés calórico o climático sobre el peso del huevo, calidad de cáscara y número de huevos producidos.Y bajo las condiciones actuales de producción, las características genéticas y metabólicas de las estirpes, el pollo de engorda de hoy en día es sujeto a factores estresantes, el efecto de los cuales es aditivo. La susceptibilidad al estrés calórico se debe a que la producción de calor metabólico aumenta conforme la tasa de crecimiento es mayor, mientras la capacidad para disipar ese calor permanece igual. El ave bajo estrés calórico depende cada vez mas del enfriamiento evaporativo de la respiración, pero conforme la tasa de esta aumenta, la producción de calor también. ( G. Teeter 1995)
Adicional al estrés por calor, las aves enfrentan permanentemente el estrés del confinamiento por la competencia que provoca la alta densidad animal con que trabajan las explotaciones modernas, especialmente con gallinas en jaula.
En general, al estrés calórico o climático se suman otros tipos de estrés como el nutricional, fisiológico, ambiental, social, etc. que complica aun más la situación de manejo adecuado de las aves en zonas de climas adversos. (Zumbado 2002)
El estrés calórico en las gallinas, de forma general reduce la calidad y la producción del huevo y el pollo de engorda baja el consumo de alimento y por consiguiente una pérdida de peso. Los planteamientos nutricionales para minimizar sus efectos han incluido cambios en la energía dietética, porcentaje de proteína y vitamina C. El estrés por calor puede presentarse de una forma crónica, resultando en cambios de conducta, bajo consumo de alimento y un amplio rango de anormalidades"
Estudiantes
Investigadores