Comportamiento de un Biofertilizante basado en Aminoácidos y un Fulvato de Potasio en la Calidad del Frijol y el Tabaco
Protocolo de investigación
Versión aceptada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Saltillo, Coahuila, México
En los últimos años la escasez de alimentos en el mundo, se ha acentuado no solo por la sobrepoblación mundial, sino porque ciertos alimentos básicos como el maíz, se están utilizando para la elaboración de biocombustibles. Lo anterior ha generado un alza de precios principalmente en el trigo, el maíz y el arroz, lo cual ha provocado que aumente la cifra de gente desnutrida y la muerte por inanición en los países más pobres, como Haití y países del continente Africano (Barajas, 2016).
Este mismo autor, dice que en el caso de México, la población ha tenido que buscar nuevas opciones para complementar su alimentación, reduciendo el consumo de trigo, maíz y arroz, aumentando el consumo de otros de fácil elaboración y que provoquen sensación de saciedad rápidamente, aunque no sea lo más nutritivo para la población. En general, la comida rápida se caracteriza por tener un gran porcentaje de carbohidratos y grasa y un mínimo de proteínas, vitaminas y minerales, lo cual favorece la obesidad y otras enfermedades del tipo crónico degenerativas.
Es conocido que los fertilizantes químicos, ayudan al aumentar la producción de cultivos y desde la “Revolución Verde”, el uso de estos compuestos ha aumentado considerablemente; sin embargo, a causa del alto precio de estos compuestos, en los últimos 10 o 15 años, su uso ha decrecido. Por lo anterior, en el campo se necesita utilizar de forma responsable y sustentable, tecnologías que favorezcan la productividad y la calidad de los cultivos, al utilizar de forma óptima los insumos requeridos, reduciendo costos. Todos estos aspectos, pueden ser impactados a través del uso de los Biofertilizante.
Los Biofertilizantes, son definidos por González (2011), como una sustancia que contiene microorganismos vivos, los cuales, cuando se aplican a semillas superficies de plantas o suelos, colonizan la rizosfera o el interior de la planta, y promueven el crecimiento al incrementar el suministro o la disponibilidad de nutrientes primarios a la planta huésped. Este mismo investigador comenta que los Biofertilizantes se clasifican en dos grupos: de acción directa e indirecta. Los primeros agrupan microorganismos que habitan en algún componente de los tejidos vegetales, y por ello la acción benéfica se realiza en la planta y no en su medio circundante, es el caso de la Fijación Biológica del Nitrógeno y las Micorrizas. En tanto, en la acción indirecta la biofertilización es aprovechada primero por el suelo y lo transmite hacia los cultivos; pertenecen a este grupo los mecanismos de acción que trabajan en la solubilización de los nutrientes.
En los últimos 15 años, en América Latina con el auge de la agricultura sostenible y/o sustentable, el uso de substancias húmicas (SH) va en aumento. Para la Sociedad Internacional de Substancias Húmicas (IHSS) (2013), son una mezcla compleja y heterogénea de materiales polidispersados, formados en suelos, sedimentos y aguas naturales por reacciones químicas y bioquímicas, durante la descomposición y transformación de plantas y restos de microorganismos (proceso denominado humificación). La lignina de las plantas y sus productos de transformación como los polisacáridos, melanina cutina, proteínas, lípidos y ácidos nucleicos, son importantes componentes en este proceso y Stevenson (1994), las clasifica en: ácidos húmicos (AH), ácidos fúlvicos (AF) y huminas residuales (HR), de acuerdo a su solubilidad en ácidos o álcalis.
A los AH y los AF, se les atribuye que puedan complejar y/o quelatar cationes, debido a su alto contenido de grupos funcionales libres oxigenados. En los primeros, dominan los grupos funcionales oxhidrilos fenólicos (-OH) y en los segundos, los grupos carboxilos (-COOH), porque más del 80 por ciento de la estructura molecular de dichos ácidos, está formada por los grupos funcionales mencionados; además, presentan alta capacidad de intercambiar cationes y en el suelo, ayudan a permitir la disponibilidad de los nutrimentos para la planta (Schnitzer, 2000).
A pesar de lo comentado, el mecanismo exacto del funcionamiento de los aminoácidos y las SH, en la nutrición y fisiología vegetal, aun es desconocido; pero, algunos investigadores consideran dos hipótesis para dilucidar el efecto de estas substancias como bioestimuladores del crecimiento vegetal: 1) hay similitud entre la estructura química de los compuestos orgánicos y algunas fitohormonas (Loffredo et al. 2005) y 2) las SH, sirven como agentes quelatantes para los nutrimentos y colocarlos disponibles para las plantas (Schnitzer, 2000), si son adicionadas por la raíz y/o vía foliar (Miramontes, 2013).
Estudiantes
Investigadores