Control de plagas agrícolas mediante uso de extractos vegetales.
Protocolo de investigación
Versión aceptada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Saltillo Coahuila. Mexico
Los insectos plaga son de los principales problemas fitosanitarios, motivo por el cual anualmente una tercera parte de la producción agrícola es destruida, por efecto de plagas de cultivos y productos almacenados; con pérdidas estimadas a nivel mundial de alrededor del 30% en las cosechas (Molina, 2001; Isman, 2006).
En la producción agrícola, el uso de insecticidas químicos ha alcanzado en el último siglo un notable incremento, no obstante; la utilización masiva de estos plaguicidas de amplio espectro, la carencia de regulación en su empleo y el aumento de dosis innecesarias, sin racionalidad, ha tenido efectos perjudiciales en el ambiente y la salud humana, elevación de costos de protección fitosanitaria, desarrollo de resistencias, aparición de nuevas plagas y disminución de organismos benéficos (Pascual-Villalobos, 1996; Ruiz et al., 2011).
Estos productos de origen sintético traen desventajas enormes al hombre y al medio ambiente, requiriendo de mayores investigaciones que identifiquen nuevos productos con acción insecticida a través del estudio sobre las defensas químicas naturales de las plantas, principalmente las ricas en compuestos orgánicos bioactivos, de actividad insecticida, inhibidora del crecimiento y repelente, entre otros (Almeida et al., 2005). La necesidad de encontrar nuevas moléculas menos tóxicas y con menor impacto ambiental es de importancia fundamental, aumentado el interés de investigaciones con insecticidas botánicos que sean una eficiente opción agronómica y reemplazar así los pesticidas sintéticos; además de que se degraden rápidamente, que tiendan a ser selectivos y específicos, respetando por tanto el principio de la biodiversidad y minimizando los impactos ambientales negativos (Pungitore et al., 2005; Ibáñez y Zoppolo, 2008).
Se conoce que las plantas han sido capaces de protegerse de las plagas por sí mismas antes de que el hombre jugara un rol activo en protegerlas, y esto debido a que sintetizan una gran variedad de metabolitos secundarios relacionados con los mecanismos de defensa, con propiedades insecticidas, acaricidas y nematicidas, convirtiéndolas en herramientas útiles para el manejo de plagas agrícolas (Vázquez et al., 2007; Sosa y Tonn, 2008; Krueger et al., 2010). Estas substancias comprenden más de 30,000 compuestos diferentes identificados, como los triterpenos, saponinas, fitoesteroles y/o sus precursores, que al ser liberados influyen en la presencia de las plagas alrededor de las plantas, principalmente con actividad insecticida e insectastica (Kristó et al., 2001; Montes-Belmont y Flores-Moctezuma, 2011).
El uso de extractos vegetales para la protección de cultivos es una de las estrategias más antiguas en la agricultura, ampliamente utilizada en diversas culturas y regiones del planeta hasta la aparición de los plaguicidas (Molina, 2001; Isman, 2006). Las plantas con propiedades insecticidas son abundantes en la naturaleza y ejercen una influencia en el insecto principalmente anti alimentaria y repelente. De los primeros Insecticidas a base de plantas, con los que se han obtenido resultados prometedores, se encuentran la nicotina de Nicotiana tabacum L. (Solanales: Solanaceae), la rianodina extraída de Ryania speciosa Valh (Malpiguiales: Salicaceae), la sabadilla y otros alcaloides de Schoenocaulon officinale (Schlecht.) A. Gray (Liliales: Melanthiaceae), la rotenona de Derris spp (Fabales: Fabaceae) y Lonchocarpus spp. (Fabales: Fabaceae) y las piretrinas obtenidas del piretro Tanacetum cinerariaefolium (Asterales: Asteraceae) (Roel et al., 2000).
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Investigadores