Modelos biométricos para determinar el rendimiento de los productos forestales no maderables en el norte de México

Abstract

Cuando se habla de bosques o selvas desde un punto de vista comercial se tiende a incluir sólo a los árboles y la madera que se extrae de ellos, omitiendo a la mayoría de las especies de los estratos arbustivos y herbáceos con significado cultural e importancia ecológica. Estas especies se les conocen como recursos forestales no maderables (RFNM), todo producto tangible diferente a la madera en pie, en rollo, leña y carbón vegetal derivados de bosques o de cualquier superficie de tierra bajo uso similar; así como los servicios ambientales brindados por los ecosistemas. Existe una gran variedad de productos y servicios forestales no madereros que difieren en cuanto a su origen, naturaleza y características. Su conservación y manejo, por una parte, y sus roles socioeconómicos, utilización y comercio. Desde tiempos inmemoriales, estos productos y servicios han contribuido enormemente al bienestar y al progreso de la humanidad. (FAO, 1995).

En las zonas áridas del norte de México, la ganadería, la agricultura con cultivos tradicionales se dificulta por la baja precipitación y las altas temperaturas, también por la falta de fuentes de empleo en la región, por lo que los habitantes hacen uso de especies nativas como una alternativa para obtener recursos económicos para el sustento de la familia. Los habitantes de las zonas semidesérticas del norte de México dependen de la producción de productos no maderables, siendo importante en su economía y en algunos casos es su único modo de subsistencia (Canales et al., 2006). Algunos productos no maderables como la Orégano (Lippia spp.), Candelilla (Euphorbia antisyphilitica), Lechuguilla (Agave lechuguilla), Gobernadora (Larrea tridentata), Sangre de drago (Jatropha dioica), Sotol (Dasylirion cedrosanum) y otros productos no maderables de importancia regional.