Tratamiento de úlceras cornéales con la técnica modificada de mandil del tercer parpado, con instrumental no específico para cirugía
Tesis de licenciatura
Versión publicada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Torreón, Coahuila, México
"El ojo es un órgano cuyas características lo hacen altamente sensible a procesos
inflamatorios y degenerativos, los cuales causan fácilmente daños irreversibles
que pueden afectar seriamente las estructuras necesarias para la visión. Algunas
de esas reacciones inflamatorias se pueden presentar secundarias a problemas
clasificados como urgencias oftálmicas, tales como traumatismos, quemaduras,
procesos inflamatorios y alérgicos locales o sistémicos, que pueden causar
algunas lesión en muy poco tiempo, de tal forma que en estos casos se hace
necesaria la atención inmediata del paciente, con el fin de realizar un pronto
diagnóstico y tratamiento.
En primer lugar deben mencionarse las causas mecánicas como por ejemplo
entropión, alteraciones de las pestañas, cuerpos extraños, afecciones del tercer
parpado, pliegues nasales, etc. Este tipo de ulceras suele ser, por lo general, de
tipo superficial, de no mediar contaminaciones bacterianas.
También existen las ulceras de origen infeccioso donde debe mencionarse a
Pseudomona aeruginosa como el microorganismo más frecuente y
probablemente más peligroso. También pueden producir ulceras los herpes y
otros virus de enfermedades respiratorias y menos frecuentemente hongos.
Finalmente, existen otras causas como las producidas por las afecciones de los
nervios facial o trigémino, ulceras de origen metabólico o las observadas en
algunos casos de queratoconjuntivitis seca. También existen ulceras de
características especiales como la erosión corneal superficial, originada por
defectos histológicos de la córnea. (13).
Junto al cuadro doloroso se pueden observar secreciones de tipo seroso,
mucoso o purulento, dependiendo del origen del problema. La pérdida de
transparencia es otro signo clínico frecuente y puede estar causada por la
presencia de infiltración celular inflamatoria o derrames leves o intensos, según
la profundidad.
Los principios generales para el tratamiento de las ulceras cornéales deben
considerar los siguientes aspectos: - Eliminar la causa.
- Calmar el dolor.
- Evitar la profundización.
- No utilizar corticoides.
En las erosiones cornéales: sólo hay pérdida de parte del epitelio corneal, son muy
dolorosas y tiñen la fluoresceína sódica en el caso del perro y el rosa de bengala
en el gato (úlceras herpéticas). En la ulcera superficial: la pérdida de tejido afecta
a todo el epitelio y menos de 1/4 del espesor corneal; y por último la ulcera
profunda: afecta entre ¼ y ¾ del espesor corneal. Generalmente van ligadas a
queratitis bacterianas o fúngicas. La ulcera descemética: sólo descemet y el
endotelio corneal están indemnes, no retiene fluoresceína y son no dolorosas.
Tiene grave riesgo de perforación y son una urgencia quirúrgica.
Las intervenciones quirúrgicas de córnea requieren que el animal este bajo
anestesia general. Para procedimientos cornéales más complicados, como
injertos o trasplantes, puede ser necesario un bloqueo neuromuscular no
despolarizaste. Los bloqueantes neuromusculares no despolarizantes paralizan
al animal relajando los músculos extra oculares y permitiendo al ojo girar hacia
arriba, al relajar la tensión sobre el ojo ocular reducen el riesgo de expulsión de
contenido intraocular cuando se abre la cámara anterior. La administración de este
tipo de fármacos obliga a someter al paciente a ventilación manual o mecánica. Si
fuera necesario se puede utilizar una o más suturas de fijación colocadas en la
episclerotica medial inferior globo ocular, para girar el globo hacia arriba y el tercer
parpado hacia abajo. (5).
La colocación de la cabeza es crítica. El animal se colocara sobre el costado o
sobre el dorso, colocando la cabeza de tal forma que la córnea este paralela a la
mesa y el ojo mire hacia el techo."
Estudiantes
Investigadores