Contaminación atmosférica y la COVID-19

Abstract

"Durante las últimas décadas el planeta ha sufrido diversas catástrofes, tales como deforestación, desertificación y contaminación atmosférica, las cuales están comprometiendo irreversiblemente la habitabilidad de nuestro ecosistema llamado Tierra. La contaminación puede provenir de fuentes fijas o móviles, gran parte de la que experimentamos es causada por procesos naturales no asociados con la actividad humana; por lo que es indispensable comprender ambas fuentes y su asimilación a fin de controlarla, evitando así el deterioro ambiental (Echeverri, 2019). La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, bien sea en los países desarrollados como en los países en desarrollo; se estima que la contaminación atmosférica tanto en ciudades como zonas rurales provoca 4.2 millones de muertes prematuras al año alrededor del mundo; esta mortalidad se debe a la exposición de material particulado de 2.5 micrones o menos de diámetro (PM 2.5) lo cual causa enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer (OMS, 2021). En la actualidad la contaminación del aire es un desafío regional y mundial, ya que los contaminantes no solo permanecen el tiempo suficiente en la atmósfera para ser transportados a través de fronteras administrativas y nacionales, sino que también desempeñan un papel importante en el cambio climático el cual es un problema global. Por tal motivo la Asamblea General de la ONU estableció el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, el cual es una gran victoria para asegurarnos de que lo que nos mantiene vivos no nos perjudique al mismo tiempo"