Alternativas biorracionales para el control del picudo de la guayaba (Conotrachelus dimidiatus).
Protocolo de investigación
Versión aceptada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Saltillo, Coahuila, México
El cultivo de la guayaba Psidium guajava L. es de gran importancia en México, este cultivo se encuentra distribuido en 18 entidades federativas ocupando una superficie de 21,834 hectáreas, pero las regiones productoras más importantes del país se localizan en los estados de Michoacán, Aguascalientes y Zacatecas, donde se cultivan 19,681 ha, que representan el 90% de la superficie total y aportan el 94% de la producción nacional (SIAP, 2016).
En el municipio de Calvillo, Aguascalientes este frutal ocupa 6,269 ha, que representan el 30% de la superficie nacional plantada y se producen alrededor de 94 mil toneladas de guayaba que equivale al 32.3% de la producción nacional lo cual ubica a Aguascalientes como el segundo estado productor (SIAP, 2016).
Entre los principales factores de producción que afectan a este cultivo se encuentran: escasez de agua, poco uso de fertilizantes y podas inadecuadas. Adicionalmente, el guayabo se ve afectado por diversos organismos plaga cuyas poblaciones dañan los frutos y ocasionan pérdidas en la producción (González et al., 2002).
El picudo de la guayaba (Conotrachelus sp.) es uno de los principales problemas de producción de la guayaba en México y si no se le controla ocasiona pérdidas de hasta el 60%. Esta plaga se encuentra ampliamente distribuida en las principales zonas productoras. Para su combate se aplican de tres a veinticuatro veces aplicaciones de insecticidas calendarizada a partir del inicio de lluvias sin tomar en cuenta la presencia de la plaga (De Lira et al., 2015), esperando reducir daños menores al 10%; sin embargo, lo anterior conlleva a dos situaciones: la fuga de capital y la falla para determinar el momento preciso de aplicar los tratamientos contra la plaga (González et al., 2008).
Estudiantes
Investigadores