Hibridación y Selección en Zacate Buffel para el Desarrollo de Variedades de Reproducción Asexual y Hábito Rizomatoso para Mejorar la Tolerancia a la Sequía y Heladas.

Abstract

La inducción del hábito rizomatoso de crecimiento en gramíneas tropicales y subtropicales de ciclo de vida anual como el sorgo está siendo investigada con el propósito de convertirlas en plantas perennes mediante la evasión de las frías temperaturas invernales en las regiones de climas templados por medio de los rizomas (Whashburn et al., 2013). En zacate buffel, el híbrido rizomatoso Nueces permitió ampliar la sobrevivencia al invierno hasta 100 km más al norte de San Antonio, Texas, que era el límite anterior antes de ser desarrollado este híbrido (Bashaw, 1980). Los rizomas del zacate buffel pueden conferir también mayor tolerancia a sequía al ubicarse en el suelo a mayor profundidad; por otra parte investigaciones realizadas en el Programa de Hibridación de Zacate Buffel del Departamento de Fitomejoramiento de nuestra Universidad han revelado que la utilización de machos apomícticos rizomatosos produce poblaciones F1 segregantes y existe variabilidad genética suficiente para producción de rizomas por lo cual es posible desarrollar híbridos rizomatosos con mayor tolerancia a sequía (Informe, 2016). Alfaro (2016) encontró un segregante que produjo 68 rizomas entre las poblaciones F1 cuando el progenitor macho utilizado fue el híbrido Nueces.

Actualmente uno de los principales problemas a nivel mundial es el cambio climático, causado en parte por un aumento en la concentración de CO2 (SEMARNAT, 2012). El incremento de este gas en la atmósfera se debe principalmente a la quema de combustibles fósiles, que afecta el ciclo natural del carbono (Oliver et al., 2012). Dentro de los efectos del cambio climático esta: la elevación de la temperatura promedio del planeta, el crecimiento del nivel promedio del mar y la disminución del hielo ártico (SEMARNAT, 2012). La agricultura juega un papel importante en la mitigación del calentamiento global debido a que las plantas tienen la capacidad de incorporarlo en su biomasa, secuestrándolo en el suelo como materia orgánica (Johnson et al., 2007) y en su parte aérea las plantas toman el CO2 atmosférico por medio de la fotosíntesis (Pérez y Pérez, 2012). Una de las alternativas para disminuir las concentraciones atmosféricas de CO2, es a través del desarrollo de variedades vegetales que tengan la capacidad de secuestrar C y estén adaptadas a las condiciones climáticas y edáficas adversas de las zonas áridas y semiáridas. Una de las alternativas a considerar para enfrentar los retos del cambio climático es el zacate buffel, ya que por sus características agronómicas de facilidad de establecimiento, tolerancia a sequía, alto potencial forrajero, se considera la especie más importante para la ganadería extensiva del sur de Texas y norte de México (Hanselka et al., 2004). De manera general los objetivos principales de los programas de mejoramiento de especies forrajeras, han sido el incremento de la productividad, ya sea en términos de producción total y/o distribución estacional y de la persistencia. El desarrollo de rizomas en la especie Pennisetum ciliare es una característica variable y la selección de genotipos superiores para mayor producción de rizomas puede conducir a la formación de variedades de zacate buffel con mejorada resistencia a las heladas y a la sequía, mejor persistencia; así como aumentada capacidad para la captura de CO2 mediante mayor producción de biomasa radicular. El desarrollo de variedades de especies adaptadas a las zonas áridas y semiáridas de México podría contribuir a la mitigación del cambio climático por la mayor captura de CO2 en la biomasa aérea que han mostrado las variedades híbridas. Variedades con mayor biomasa radicular podrían ser más tolerantes a la sequía además de almacenar más carbono en el suelo. Investigaciones previas demuestran que las variedades rizomatosas se adaptan mejor a los suelos arcillosos y presentan una mayor tolerancia al pastoreo (Ibarra et al., 1991), son tardías en lo general y producen mayor cantidad de forraje (Bashaw, 1980). Desde su introducción a México en la década de los 50´, la variedad Común ha predominado en la utilización de este zacate como fuente importante de alimento para la ganadería extensiva de las regiones áridas y semiáridas del país por sus características agronómicas de facilidad de establecimiento, tolerancia a períodos prolongados de sequía, buena producción de forraje y semilla. Sin embargo, esta variedad no rizomatosa ha sido superada hasta en 100% en producción de forraje por híbridos rizomatosos del Programa de Hibridación de Zacate Buffel de la UAAAN, así como en resistencia al tizón del zacate buffel (Pyricularia grisea) y a temperaturas invernales de -10°C.