Actividad antifúngica y mecanismos de acción de compuestos presentes en extractos de productos y subproductos de origen vegetal.
Protocolo de investigación
Versión aceptada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Saltillo, Coahuila, Mexico
A nivel mundial, los hongos fitopatógenos son causantes de enfermedades tanto en cultivo como en postcosecha, ocasionando principalmente pérdidas de producción biológica, es decir, las alteraciones en el crecimiento y desarrollo de las plantas huésped que son atacadas por estos microorganismos (Agrios, 2005); pero también ocasionan pérdidas de producción económica, las cuales están estimadas de un 5 a 25% en países desarrollados y de 20 a 50% en países en desarrollo; mientras que en México, el valor estimado para la pérdida de la producción en los principales cultivos asciende a poco más de 70 millones de pesos, destacando las pérdidas en cultivos importantes como chile, tomate y fresa (SIAP, 2015). Dentro de las enfermedades fúngicas que afectan al cultivo de chile se encuentran la marchitez y antracnosis, el cultivo de tomate es perjudicado por tizón temprano y cenicilla, mientras que las fresas son dañadas a causa del moho gris (SIAP, 2011; SAGARPA, 2017); debido a esto, por muchos años el control químico a través de los fungicidas sintéticos ha sido utilizado para controlar las enfermedades de las plantas, sin embargo, a pesar de ser altamente eficaces, su uso ha dado lugar a diversos problemas como la contaminación ambiental, la presencia de efectos no deseados sobre otros microorganismos, el desarrollo de resistencia a los propios fungicidas, la toxicidad residual en alimentos e incluso problemas en la salud humana como el desarrollo del cáncer (Méndez et al., 2012; Yoon et al., 2013). Actualmente se busca el empleo de técnicas alternativas al uso de productos sintéticos para el control de los hongos fitopatógenos, siendo una opción la aplicación de productos naturales como los extractos de plantas, los cuales son fuente de biocompuestos con una amplia aplicación terapéutica, su uso potencial ha sido reportado en laboratorio, invernadero y campo, no afectan al medio ambiente y sus residuos son fáciles de degradar (Saldívar et al., 2003; Basanta et al., 2007; Barragán, 2012). Previamente se ha reportado el uso de extractos de plantas del semi-desierto Chihuahuense, a través de la actividad antifúngica de distintas fuentes vegetales frente a diferentes hongos fitopatógenos, encontrándose compuestos como flavonoides, fenoles, terpenos, aceites esenciales, alcaloides, lectinas y polipéptidos (Saldívar et al., 2003; Méndez et al., 2012; Granados-Sánchez et al., 2013; Hernández et al., 2016). Existen otras fuentes vegetales que son consideradas como productos y subproductos poco valorados que tienen un gran número de compuestos de interés, con múltiples propiedades biológicas; sin embargo las plantas han sido apenas explotadas como fuentes de agentes con propiedades biológicas, debido a la falta de información sobre la estructura y modo de acción de algunos fitoquímicos.
Estudiantes
Investigadores