Manual práctico de producción de ovino de carne en sistema intensivo
Tesis de licenciatura
Versión publicada
Monografía
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Torreón, Coahuila, México
" México se ubica dentro de los diez principales países productores de ganado a nivel mundial: sin embargo, los sistemas de producción presentan problemas de manejo, deficiente nutrición y bajo nivel tecnológico, lo que ocasiona una baja producción. La población ovina en México se estima en 8, 105, 562 cabezas, donde los principales estados productores de cabezas de ganado ovino son: Estado de México (16%), Hidalgo (13%) y Veracruz (8%)20 . El Consumo Nacional Aparente (CNA) de la carne ovina se encuentra estimado en 76, 300 Ton., por lo que la producción nacional cubre el 70 % y las Importaciones cubren el 30 % del CNA, teniendo una disponibilidad per cápita 0.700 kg. El destino del CNA de la carne de ovino, se distribuye en su totalidad (95%) a través de platillos tradicionales y el 5% restante se destina en otras formas de consumo (Cortes, Restaurantes, Autoservicios, Hoteles, etc.)9 . Para que los mexicanos disfruten una gran variedad de productos, sanos y de calidad, deben estar libres de plagas, enfermedades y contaminantes, por ello, es de gran importancia establecer esquemas de sanidad; aunado a que hoy en día se deben implementar Buenas Prácticas Pecuarias Primarias así como de Manufactura17 . Dichas prácticas tienen como objetivo el garantizar la calidad e inocuidad de especies agrícolas, ganaderas, acuícolas y pesqueras durante su producción, manejo y manufactura; por ello, el SENASICA considera dos factores primordiales en la adecuada producción de alimentos de origen pecuario: sanidad e inocuidad. Para lograr el objetivo de obtener alimentos libres de contaminantes, es fundamental impulsar acciones para la implementación de los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación en la cadena productiva involucrada en la producción y el procesamiento primario de alimentos de origen vegetal, pecuario, acuícola y pesquero Actualmente, la mayoría de los países que deseen realizar actividades de exportación de productos agropecuarios para consumo humano requieren de una certificación sanitaria y contar con sistemas de reducción de riesgos de contaminación para mantener la competitividad de sus productos, asegurando así su participación y permanencia en el mercado, por lo que se necesita que cada eslabón de la cadena agroalimentaria establezca controles y actividades que permita obtener un producto inocuo, lo cual se logra a través de la aplicación de Buenas Prácticas de Producción (BPP), Buenas Prácticas de Manejo o Manufactura (BMP), Análisis de Riesgo y Procedimientos Operacionales de Sanitización Estándar (POES) y Análisis de Riesgo y puntos Críticos de Control (HACCP)18 . Por lo anterior, es necesario que durante la producción de bienes de origen animal se lleven a cabo controles estrictos en todas las etapas de la producción, incluyendo la salud animal, su alimentación, su manejo y la trazabilidad de los productos, a través del uso de Programas de Buenas Prácticas, independientemente del sistema de producción8 . Las Buenas Prácticas Pecuarias, cuando son usadas como un método de control para prevenir problemas de salud y calidad de los alimentos, constituyen la base para conformar un sistema de reducción de riesgos de contaminación; por lo que para los productores , deberá ser de gran importancia conocer y desarrollar procedimientos que reduzcan el potencial de contaminación por microorganismos que dañen el producto final y que puedan provocar un problema de salud pública, de ahí la importancia de la implementación de Buenas Prácticas Pecuarias"
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