Estudio etnobotánico del Municipio de Torreón, Coahuila, con énfasis en plantas medicinales
Tesis de licenciatura
Versión publicada
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro
Torreón, Coahuila, México
"Antes de adentrar en el tema, cabe responder una pregunta: ¿Qué es en realidad una hierba curativa? La palabra hierba viene del latín herba. Técnicamente, las hierbas son plantas que se marchitan cada otoño y que no son arbustos ni árboles. No obstante, la medicina herbaria emplea muchos arbustos y árboles, como Eucalipto, Laurel y Bugambilia, por ejemplo. Para un herbolario, "hierbas curativas" incluye todas las plantas con propiedades medicinales (Araiza, 1998).
Antecedentes del uso de la herbolaria.
El hombre desde que apareció sobre la faz de la tierra, ha conocido y aprovechado su entorno, tanto vegetal como animal, así como a valerse de su medio ambiente, domesticando plantas y animales, mejorándolos por selección o manipulación (Araiza, 1998).
Las plantas son, y seguirán siendo, la principal fuente de vida para los organismos heterótrofos, como lo es el hombre, ya que tiene que tomar su alimento elaborado. Las plantas, sobre todo las verdes con clorofila, son la principal fuente de carbohidratos, combustible natural para cualquier ser vivo. El hombre inició su aprendizaje gracias al contacto con el medio ambiente, interpretando sus señales y signos, amoldándolos según sus creencias y tomando como referencia el conocimiento de sus antepasados. Es evidente que al ser parte de la alimentación, algunas plantas hayan producido reacciones de malestar o bienestar a quien las consumiera (Fisher y Bender, 1980; Araiza, 1998).
Las comunidades de plantas nativas, proporcionan una serie de bienes y servicios de suma utilidad a la población. Entre los bienes que se obtienen de las plantas está la herbolaria medicinal, que es de gran importancia porque se trata de técnicas que se aplican según formas de curación milenarias y además son una
oportunidad de convergencia entre la medicina convencional y la alternativa (Madinaveitia, 2002)"
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