Correlación entre el índice de condición corporal con la grasa subcutánea de la región entre la tuberosidad coxal y la tuberosidad isquiática perpendicular a las vértebras sacras de vacas lecheras medida por ultrasonido

Abstract

"La determinación del Índice de Condición Corporal (ICC) de los animales )resenta una práctica de manejo inobjetable para mejorar la eficiencia del tema de producción en el ganado lechero, ya que esta evalúa el balance ergético del animal y sus reservas corporales (Gallardo, et aL, 2000). La ntidad de reservas grasas que posee una vaca al momento del parto, tiene una luencia muy fuerte en complicaciones potenciales al momento del parto, nediatamente después del mismo, en la producción de leche y en la eficiencia )roductiva para la próxima lactancia (Wattiaux, 2003). Los cambios en el estado corporal sirven como una herramienta rápida para aluar las desviaciones nutricionales tanto de sub alimentación como de sobre mentación y permiten ajustar un adecuado programa alimenticio (Gallardo, et , 2000). El ICC es un reflejo de las reservas de grasa que posee el animal en su erpo, estas reservas pueden ser usadas por la vaca en aquellos periodos en los ales ellas son incapaces de consumir la cantidad de alimento suficiente para tisfacer sus necesidades de energía (Rodenburg, 1992). Los cambios del ICC de una vaca a lo largo del ciclo reproductivo son muy dinámicos pero pueden evaluarse en forma confiable mediante la determinación del " score " ó " grado de gordura ", a través de la palpación y observación de ciertas áreas anatómicas de las zonas del lomo, la grupa y la base de la cola (Gallardo, et al., 2000). Este mismo autor plantea que de esta manera se determina indirectamente y según la escala de referencia (grados 1 a 5) la cantidad de tejido graso subcutáneo presente en esas áreas. El registro de el ICC se debe hacer en todos los animales por lo menos tres veces durante la lactancia (Keown, 1991). El ICC es una herramienta utilizada para ajustar la alimentación y las prácticas de manejo, de manera que maximizan el potencial para la producción de leche y minimizan los desórdenes reproductivos (Wattiaux, 2000). Muchos trabajos de investigación han demostrado la existencia de una relación directa entre el ICC de las vacas lecheras, su nivel nutricional, productivo, sanitario y de fertilidad (Gallardo, et al., 2000). Por otro lado este autor plantea la utilización del ICC, a través de la observación y palpación de ciertas regiones anatómicas, mediante una escala apropiada de acuerdo al biotipo animal, han constituido la metodología más confiable que se ha tenido por mucho tiempo"